Dos músicos son testigos de la Masacre del Día de San Valentín y deben huir de la ciudad antes que la banda responsable los encuentre y los mate. Pero sus desgracias siguen: tendrán que disfrazarse de mujeres para poder ingresar a una banda femenina donde quieren ocultarse de sus perseguidores. Para colmo de males, uno de ellos se enamora de la infartante Sugar Kane (Marilyn Monroe), a quien no puede decirle que en verdad es hombre y el otro es acosado por un millonario que quiere a toda costa consumar su amor. Una comedia que ha envejecido en perfecta forma y que sigue siendo el deleite de muchos.
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